CRUCE AL BEAGLE EN BARCO CENTOLLERO

Por Eugenio Márquez de la Plata

Hace ya varios años nuestra revista papel SDeportes-Motos publicaba una columna llamada «Días de Motos» con las tantas vivencias y anécdotas del piloto Eugenio Márquez de la Plata, uno de los históricos del enduro chileno. Luego de ello ha escrito numerosos artículos relacionados con el Desafío del Desierto, otro de sus favoritos.

Hoy, radicado en Punta Arenas -donde formó la empresa «Estancias Patagonia, negocios rurales»- Eugenio volvió a tomar la pluma para escribir una nota imperdible sobre un grupo de motoristas nacionales cruzando en 1987 el Canal Beagle, punto del grave conflicto entre Chile – Argentina por la posesión de las Islas Picton, Lenox y Nueva.

Entre los protagonistas, varios que ustedes reconocerán…

Fuimos a correr a Puerto Williams allá  por el  87 ,  prueba que organizó Pedro de Aretxabala y la Armada para estimular actividades en las zonas australes después del conflicto del Beagle . Después de navegar en la barcaza Rancagua desde Punta Arenas hasta Puerto Williams corrimos dos días entre bosques ,  turbas , playas  y caminos , sin duda una maravilla ¡!! el día de la premiación como siempre los desordenados festejando y echando la talla. Con mi amigo Pablo Herrero nos enteramos que había un grupito que quería cruzar a Ushuaia – Argentina, así que averiguando nos sumamos a estos locos comandados por los hermanos Izquierdo Menéndez.

Al día siguiente nos fuimos a Puerto Navarino ,  una pequeña caleta frente a Ushuaia , allí estaba nuestra embarcación que nos cruzaría a la Argentina , era un barco centollero pequeño  , bueno , colocamos ordenadamente las motos arriba de la embarcación  y nos dimos cuenta que casi no teníamos espacio para nosotros  así que decidimos irnos arriba de las motos y otros de pie en la popa o donde se pudiera . Prácticamente cuando estábamos zarpando llegó una pareja de gringos  que literalmente nos hicieron dedo , “súbanse , sino pasa nada»  fue la respuesta en grupo , p´arriba los gringos que obviamente no entendían nada  y zarpamos, todo bien mientras estábamos en la pequeña bahía de Puerto Navarino ,   pero ya al entrar en las aguas del Beagle que, milagrosamente, estaba como una tasa de leche, nos percatamos que el nivel de flotación del pequeño barco centollero estaba más que al limite .

Con cierta -digo cierta porque de verdad no medimos el peligro- cara de preocupación comenzaron las tallas y las risas , yo al menos pensé en estos climas australes donde el clima cambia en cinco minutos, salen olas en el Beagle y nos jodimos ¡! , el Pollo Izquierdo se amarró dos botellas de Coca Cola vacías  y dijo que eran sus salvavidas , comenzó el rierío  y sin duda la inconsciencia del grupo ayudó mucho a no ponerse nervioso. Bueno, el barco avanzaba y vino la pregunta de rigor , aclaro que estábamos ya a la vista del puerto de Ushuaia, “y ustedes cruzan siempre para acá ( Argentina )”  y el capitán  y su tripulante  ( los dos chiquillos no tenían más de 20 años ) contestaron sin inmutarse, “nooo, es primera vez que vinimos“, nuevamente risotadas del grupo ¡!  Que locura ¡ .

Ushuaia es un puerto que está rodeado de islotes y bajos fondos y como todo puerto tiene una ruta de entrada y de salida , nosotros veníamos por cualquier lado , decidimos tomar cartas en el asunto y uno de los Izquierdo se puso en la proa y avisaba cuando el fondo subía peligrosamente  “para la derecha“  “derecho nomas “  y otro dirigía al capitán. Los gringos a estas alturas palidecían pues comprendieron perfectamente con quiénes estaban navegando ¡!. Logramos sortear todo sin problema y nos encaminamos al muelle que, por cierto , es un gran muelle y vemos que había un marino que se veía como importante y un pelotón de marinos, genial, un comité de bienvenida, nuevamente todos riendo ¡! El tipo nos hace unas señas y nos dirige para atracar al lado de una embarcación de la armada Argentina que a su vez estaba atracada a una torpedera y ésta al muelle…… resumen, todos detenidos , los tripulantes , los gringos  y  nosotros  y retenidas la embarcación  y las motos ¡!!  Chuuu que cagada¡!

El capitán argentino nos pide los documentos, bueno todos con carnet de identidad  y un pequeño detalle , el Guata Tagle iba con ternero al pie , con su hijo Guayo que era menor de edad,  sin carnet  y  sin permiso de la madre para salir del país por supuesto, los gringos estaban más en regla  y además sencillamente dijeron que no sabían de este grupo de trastornados, y los tripulantes , posiblemente no tenían ni carnet , ya no me acuerdo. Documentos de los vehículos, “claro capitán , aquí está“ dijo nuestro hombre mas serio . En qué consistía el documento , entro a explicar  , una carta donde salía Marca .. Honda …Modelo XR 250. . año 86  . . color blanco  así todas las motos del grupo y  firmado por un cabo de la marina chilena con un timbre  y listo ¡!! Vieran la cara del capitán, no lo podía creer ¡! Y enseguida le preguntan a los del barco centollero  por la documentación, no tenían nada con suerte una boleta cuando compraron unos puchos, a estas altura el capitán estaba molesto, “tiene radio“ le dijo   y la respuesta no se hizo esperar  “nooo”, nuevamente pregunta el capitán , “balizas , chalecos salvavidas “  y que creen  “nooo , no tinimos“  le dijo el hombre con acento chilote. a todo esto comenzamos a darnos cuenta que como buenos argentinos tuercas lo único que querían era que bajáramos las motos y las echáramos andar ¡, nos trajeron unos sanguchitos  y bebidas y comenzó el toyo , todos con caras de niños inocente que no sabíamos nada  y la verdad que con Pablo Herrero que éramos medios polizontes pues nos sumamos al último  al grupo  no nos habíamos enterado de nada de trámites ni papeles ni nunca nos cuestionamos .

Finalmente nos hicieron bajar las motos y en el muelle les dábamos unas vueltas a los marinos. Solucionando la documentación de los turistas, o sea nosotros, pero había otro asunto de no fácil solución: cómo cruzaríamos la Tierra del Fuego Argentina para volver a ingresar a Chile si las motos no tenían ningún documento, mandaron a llamar a un agente de aduana para que nos  hiciera un ingreso temporal de las motos, por supuesto era fin de semana así que el señor estaba , que se sshhoo , comiendo ¡.  La torpedera era nuestro lugar, ahí estábamos, comiendo , fumando  y por cierto riéndonos.  Los argentinos se portaron muy bien con nosotros , les recuerdo que el conflicto del Beagle había sucedido hace muy poco y aun habían trincheras – las vimos – apuntándose chilenos  y argentinos , también las motos que teníamos en Argentina no existían , eso ayudó mucho para los corazones tuercas de nuestros vecinos. El agente de aduana llegó y pudimos entrar al país, de la pareja de gringos nunca supimos nada como la suerte que habrán corrido los cabros del barco centollero ¡!, para sorpresa nuestra Ushuaia estaba llena de turistas   y con restricción de bencina, nuevamente nuestros tuercas vecinos nos dieron la pasada  a pesar que ellos llevaban , tal vez horas esperando turno.

Terminamos durmiendo en una hospedería que se pagaba por cama, literalmente algunos durmieron hasta con el casco puesto de lo insalubre del lugar.  Les comento con conocimiento, que hoy no se puede cruzar de Ushuaia a Navarino o viceversa  con vehículos  motorizados , solo personas .  Posiblemente esta aventura nunca más se ha repetido.