LA REVOLUCIONARIA MICRO CÁMARA QUE PODRÍA DEFINIR JUICIOS
Se trata de una mini cámara diseñada por la empresa japonesa D-Ride, que tiene la facultad de filmar todo lo que sucede hacia adelante y hacia atrás del conductor desde los espejos de la moto, y cuya calidad HD permite incluso que sus usuarios ocupen el material grabado como prueba en caso de accidentes en la carretera o calles.
Fuente: motorpasionmoto.com
Un simple invento que podría cambiar muchas cosas y que llega, otra vez, desde Japón. Los nipones son expertos en innovar todo tipo de productos, también para moto. Lo último es un espejo retrovisor con cámaras integradas; algo tan simple que podría cambiar muchas cosas.
Ir con una ‘dashcam’ grabando constantemente es todo un acierto. Ya lo hemos visto con Tesla y los numerosos accidentes grabados que han salvado a los dueños de más de un pleito. Pues algo tan simple podría equiparse en las motos, y por no demasiado dinero.
En el Salón de la Moto de Nagota en Japón, la empresa D-Ride hizo gala de su invento: un retrovisor. Estos tienen la particularidad de que vienen equipados con cámaras integradas, como si se tratase de una ‘dashcam’ para un vehículo.
La ‘gracia’ de estos retrovisores es que enfocan hacia todas las direcciones. Una hacia la dirección de la marcha, y la otra, hacia el conductor y el resto de tráfico que circula por atrás.
Muchos tienen sus propios métodos para llevar una cámara sobre la moto y grabar todo lo que sucede al rededor de ellos. Por ejemplo a través de cámaras ancladas al casco (ilegales, por cierto), o en la propia moto a través de un soporte.
Las cámaras están firmadas por Sony, con una calidad FullHD y 27,5 fps. Tienen un ángulo de visión de 150 grados y uno vertical de 82, además de poder ajustar el ángulo.

Es tan fácil de usar como girar la llave de la moto. Una vez en marcha, la moto empieza a grabar. Las cámaras se controlan por WiFi desde el teléfono móvil, y las grabaciones se van sobreescribiendo unas sobre otras.
Además, en caso de colisión, un sensor (G) registra el impacto y protege la grabación, de tal forma que prohíbe sobreescribirla.
Son universales para cualquier moto, y solo habría que conectar un cable que sale del espejo. ¿Su precio? 310 euros.