FRANCIA CASTIGARÁ A EMPRESAS QUE VENDAN MOTOS ELÉCTRICAS NO ECOLÓGICAS
Los números han certificado que la tecnología eléctrica han ido de la mano de una constante baja en la emanación de gases al medio ambiente, sin embargo, eso no quiere decir que todos los vehículos eléctricos estén acompañados de un carácter pro sustentabilidad. Así lo han hecho saber en Francia tras promulgar una ley en la que se anuncian sanciones de hasta 10.000 euros para aquellas empresas que vendan engañosamente como ecológicas motos eléctricas que dañan al planeta.
Fuente: motorpasionmoto.com
Es un hecho que los vehículos eléctricos van a más. No solo nos referimos a términos de producción, sino también de ventas y marketing. A ello también ayudan las subvenciones e incentivos por parte del gobierno, y la prohibición de muchas motos y coches en las Zonas de Bajas Emisiones que obliga a muchos a buscar alternativas.
Pues en Francia van a poner límite al ‘marketing verde’. Esto significa que los fabricantes ya no podrán utilizar la estrategia 100 % ecológica o alegar neutralidad de carbono si los procesos de producción y recarga emiten gases de efecto invernadero a la ligera. Es algo que tendrán que certificar de antemano.
En Francia no quieren que las empresas de vehículos eléctricos «engañen» a los clientes ante la evidente llegada de las motos y scooters eléctricos, además de los coches. Por eso revisarán con lupa todo el contexto y entramado empresarial para certificar si son cero emisiones o no.
En el día a día una moto o scooter eléctrico no emite gases de efecto invernadero como sí lo hacen las máquinas con propulsores de combustión interna. Sin embargo, Francia ha ido un poco más allá de este concepto y se ha fijado en la contaminación indirecta.
Es decir, que no solo han puesto el ojo en las emisiones que emite una moto al circular, sino en procesos de transporte, fabricación y final de vida útil de estos vehículos. También en los puntos de recarga, que no siempre se alimentan exclusivamente de fuentes eléctricas.
Así que Francia decidió ponerle coto a la estrategia verde. Desde el 1 de enero de 2023 entró en vigor la nueva ley que prohibía a los fabricantes de vehículos eléctricos afirmar que son neutros en emisiones de carbono a la ligera. Llevaba en trámite desde 2020, y fue aprobada en 2021.
A partir de entonces, toda empresa que quiera anunciar una moto o scooter eléctrica tendrá que facilitar los datos anuales y certificar la contaminación por carbono asociada a su ciclo de vida mediante un informe muy concreto y específico.
Según el texto de la ley estas empresas deberán actualizar el informe que certifique la no contaminación anualmente. En él se deberá especificar todo lo relacionado a la contaminación: desde la producción hasta la eliminación o el reciclado de motos y scooters. Estarán obligados a explicar también el aumento de emisiones en años posteriores, y los métodos de «compensación» al final de la vida útil como las emisiones residuales.
Así que a partir de ahora todo el que quiera publicitar sus vehículos bajo las denominaciones de «carbono neutro», «carbono cero», «huella de carbono cero», «clima neutro», «totalmente compensado», «100% compensado» o con cualquier formulación de significado o alcance equivalente deberá pasar por el ojo de la ley.
¿Qué pasa en el caso de que no se cumpla esto? La nueva ley prevé sanciones de hasta 100.000 euros. Incluso pueden llegar a más teniendo en cuenta lo que se hayan gastado en campañas publicitarias.
Esto no es solo cosa de Francia. De hecho el país galo no ha hecho más que seguir las indicaciones de los expertos de las Naciones Unidas. En la COP27 las recomendaciones de la ONU eran claras: trazar líneas rojas a las falsas afirmaciones sobre la emisión cero.
